Principios

 

En tiempos normales, el hombre, que generalmente vive en una sociedad organizada, lo protegen las leyes; para subsistir, encuentra recursos en su entorno. Pero, en caso de conflicto armado, en caso de catástrofe natural, la sociedad se desorganiza, se pisotean las leyes, se perturba el medio ambiente natural, corren peligro la seguridad, la salud, incluso la vida.

Entonces, la Cruz Roja hace lo posible para proteger y asistir a quienes son víctimas de tales calamidades. Los siete principios son un vínculo entre las sociedades Nacionales, el CICR y FICR, además garantizan la continuidad del movimiento y su labor humanitaria.

Se esfuerza bajo su aspecto internacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias, tiende a proteger la vida y la salud, así como hacer respetar a la persona humana.

No hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social, ni credo político. Se dedica únicamente a socorrer a los individuos en proporción a los sufrimientos, remediar sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes.

Con el fin de conservar la confianza de todos, el Movimiento se abstiene de tomar parte en las hostilidades y en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.

Auxiliares de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los Principios del Movimiento.

Es un movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado (Benevolente y con espíritu de servicio).

En cada país, sólo puede existir una sola Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio.

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en cuyo seno todas las Sociedades tienen los mismos derechos, y el deber de ayudarse mutuamente, es universal.

La Cruz Roja en sí como el ideal de humanidad expresado en la acción concreta. Hombres y mujeres sin más recompensa que la satisfacción que da el deber cumplido.