La labor silente pero vital de la Cruz Roja Dominicana crece y se expande a través de una serie de programas y actividades tendentes a crear la cultura de donación de sangre en el país, que han buscado por años sin llegar a lograr la meta.
La presidenta de la Sociedad Nacional de Cruz Roja en el país, Ligia Leureaux, dijo que aunque la República Dominicana no ha logrado desarrollar la cultura de donación se han alcanzado avances significativos y suplen la demanda que tienen que supera las 300 mil pintas diarias solo en el Distrito Nacional.
De la mano del denominado Club 25, una iniciativa de la Cruz Roja Internacional, trabajan en la articulación de jóvenes para motivarlos a llevar una vida sana y donar una determinada cantidad de sangre entre los 18 y los 25 años.
“Tenemos donantes de colegios que cuando va a concluir una promoción ellos nos llaman para los jóvenes donar”, expresó.
Un dato que dijo que pocos conocen es que la Cruz Roja permite que las personas depositen sangre, para usarla en caso de requerirla.
Explicó que varias empresas acuden a ese método y está abierto para personas.
“Nosotros hemos tratado sin éxito de formar los clubes de donantes. Eso consiste en que un grupo se reúne y dona una determinada cantidad y cuando la requieran solo tienen que buscarla. También eso se puede hacer dejando los datos de una persona que estará lista para donar en caso de que uno del grupo requiera sangre”, explicó.
El drama de la urgencia. El Banco de Sangre de la Cruz Roja es el mayor del país y trabaja con una red que integran Santiago, San Francisco de Macorís y el Este. En el Sur trabajan con donantes voluntarios.
El drama que envuelve la necesidad de sangre, por lo regular está ligado a una emergencia y esa realidad se vive a diario en la Cruz Roja con personas de escasos recursos. Leureaux puso como ejemplo que solo el pasado viernes recibieron 20 casos en que tuvieron que donar la sangre que personas fueron a buscar de emergencia porque no tenían para pagar la cuota de recuperación.
“Aquí han venido personas del Robert Reid a pies. ¿Qué hace uno? A veces vienen de la frontera con un paciente grave y salen con la ropa que tienen puesta y aquí el hospital le pide sangre y si vienen tenemos que resolverles”, explicó.
Dijo que cuando suplen sangre a los hospitales y clínicas les cobran una cuota de recuperación que va a un fondo con el que suplen ese tipo de situaciones que ven a diario. Agregó que han logrado mantener la existencia para suplir la demanda en base a las donaciones que siempre esperan.
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